¡Hola pajaritxs! Esta semana en el Nest Club vamos a darle protagonismo a un barrio que tuvo una gran influencia en el mundo del Jazz, 18th con Vine . Barrio histórico y corazón de Kansas City que catapultó a grandes artistas como Count Basie, Lester Young, Ben Webster o Charlie Parker entre muchos otros. 18th con Vine fue para Kansas City lo que Basin Street fue para Nueva Orleans, la calle 133W para Harlem, o Central Avenue para los Ángeles. Una cuna de creación y de florecimiento del Jazz. Del mismo modo que Harlem representó en Nueva York un oasis donde la comunidad afroamericana pudo florecer, el barrio de 18th and Vine fue su análogo en Kansas City.
Para poder entender cómo este barrio se convirtió en un referente mundial de la música Jazz, es esencial entender la historia de la ciudad y los factores que propiciaron la llegada de los artistas que cambiarían la historia del Jazz para siempre.
Todo comenzó con la emigración de muchos afroamericanos, de los estados de Mississippi y Louisiana, hacia Kansas City, huyendo de la segregación y de las injustas leyes Jim Crow. Fueron tantos los que emigraron que de 1910 a 1930, la población negra casi se duplicó, pasando de 25.000 a casi 50.000. Las ciudades de todo el Norte y del Centro de los Estados Unidos experimentaron un fenómeno similar, que es conocido como la Gran Migración (podéis encontrar más información de este tema en posts anteriores) En la comunidad artística concretamente, muchos músicos afroamericanos llegaron a Kansas City a través de la Theatre Owners Booking Association (T.O.B.A.). La T.O.B.A. era una agrupación teatral de artistas negros que en las primeras décadas del siglo XX hacían espectáculos itinerantes de Vodevil, en los que incluían números de música y baile.
Su circuito abarcaba teatros localizados en distintas ciudades del Sur y del Medio Oeste de Estados Unidos. Teniendo en cuenta la discriminación racial y la segregación que existía en aquella época en esas zonas del país, era de esperar que su público fuera mayoritariamente afroamericano.
La T.O.B.A. permitió que grandes artistas como Bill ´Bojangles´Robinson, Bessie Smith, Ethel Waters, Duke Ellington o King Oliver entre muchos otros, pudieran desarrollarse profesionalmente y ganar fama. Convirtiéndose así en un ícono del emergente sentido de identidad de la cultura afroaméricana en los años 20.
Cómo anécdota cabe destacar que pese a la cantidad de artistas negros que daban renombre a este circuito teatral, los directores y la mayoría de empleados de esta organización eran blancos, por lo que los artistas negros, hacían mofa de las siglas del T.O.B.A. y las llamaban con el nombre despectivo de ´Tough On Black Asses´, debido a las precarias condiciones en las que trabajaban y el poco dinero que ganaban.
Un hecho esencial que forjó el destino de Kansas City fue su localización. En las primeras décadas del siglo pasado Kansas City representaba el centro neurálgico de la red ferroviaria del país, con conexiones al Norte, Sur, Este y Oeste de Estados Unidos.
Este hecho hizo que esta ciudad representara para muchos artistas un punto de parada intermedio de avituallamiento de dinero, como paso previo en su migración a otras zonas del país.
Kansas City recibía un gran flujo de personas de manera constante y por tanto se convirtió en un foco de oportunidades laborales. Lo que provocó que muchos músicos de la T.O.B.A. eligieran asentarse en esta ciudad. Un artista que hizo esto y que cambiaría la historia del Jazz para siempre fue William Basie, al que más tarde todo el mundo conocería como «Count» Basie. A pesar de que muchos afroamericanos pudieron escapar de las leyes Jim Crow del Sur, la discriminación y la segregación racial era algo que pertenecía al día a día de Kansas City. Este clima de intolerancia, sumado a amenazas violentas, provocaron que los afroamericanos fueran forzados a vivir exclusivamente en una sola área de la ciudad, el barrio de 18th con Vine. Esto provocó que se desarrollara un sentimiento muy fuerte de orgullo racial y que dentro de este oasis, los afroamericanos construyeran sus propias organizaciones cívicas, negocios e instituciones (como la NAACP o el Young Negro GOP Club), clubs de espectáculo, iglesias…
Se consiguió crear pues, un barrio (dentro de una ciudad segregada) donde las oportunidades laborales no estaban marcadas por cuestiones raciales. Un espacio donde poder vivir su cultura de manera libre y esto sin duda fue esencial para el desarrollo del Jazz en la ciudad. Otro factor que ayudó a dinamizar el Jazz fue lo permisiva que era Kansas City con el consumo de alcohol y los horarios de los clubs nocturnos, tanto que muchos no tardaron en bautizar a este barrio como el nuevo Storyville.
La mayoría de los músicos asociados con el estilo Kansas City Jazz nacieron en otros lugares (como Lester Young, Andy Kirk, Mary Lou Williams o Count Basie), pero quedaron prendados de las Jams de músicos, en las que lo que más se valoraba eran las variaciones y la improvisación que los músicos hacían de una canción en el momento, y que podía durar toda la noche.
Los clubs estaban localizados por toda la ciudad, pero la zona más prolífica era el barrio del centro de la ciudad de 18th street con Vine. Muchos expertos dicen que «mientras que Nueva Orleans fue la cuna del jazz, la música de Estados Unidos creció en Kansas City». Y es que el estilo del Kansas City Jazz tendría un gran impacto en la evolución del Jazz a lo largo de la década de los años 20 y 30, puesto que marcó la transición de un estilo de Big Band más estructurado a uno en el que los riffs, la influencia del blues y la improvisación estaba en la base de todas sus actuaciones. Estas características fueron las que llamaron la atención de John H. Hammond, el famoso productor musical y critico de Jazz de Nueva York. John se enamoró de la banda de Count Basie, y en su estilo Kansas City Jazz puso la esperanza de poder devolverle al Swing la esencia de la música Jazz, la creatividad y el arte de la improvisación jugando en equipo. Una forma de regresar a la raíz de los valores de la música Jazz, y de alejarse un poco del swing estructurado de masas que reinaba en los años 30. Count Basie y su banda acudieron a la llamada de John Hammond y se mudaron a Nueva York a finales de los años 30.
Sin duda este periodo se convertiría en uno de los más prolíficos para el Jazz, y que más impacto tuvieron tanto en la evolución de la música, como en el baile. No es de extrañar que muchxs de los bailarines de los Whitey´s Lindy Hoppers eligieran a Count Basie como su banda favorita.
Norma Miller hablando sobre lo especial del ritmo de Count Basie (a partir del minuto 6)
Para acabar os dejamos un vídeo de la orquesta de Count Basie, una masterpiece a la que es imposible resistirse. Estamos segurxs de que os alegrará el día ^^
Gracias por estar con nosotrxs una semana más pajaritos! Abracetes 🙂
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