“En Log Cabin las chicas solían mofarse de mí llamándome “Lady”, porque pensaban que yo me creía demasiado distinguida para recoger de las mesas las propinas de los clientes. Pero el nombre de Lady perduró, incluso después de que todos olvidaran cuál era su origen. Lester lo emparejó con las tres últimas letras de Holiday y empezó a llamarme “Lady Day” En cuanto al nombre de Lester, yo siempre pensé que él era un tipo fenomenal, de modo que su nombre también tenía que serlo. En este país, los reyes, los condes, y los duques no son nada y en esos momentos el hombre más grandioso era el presidente Franklin D. Roosevelt, por lo que comencé a darle el nombre de “President”. De alguna manera lo fueron abreviando y quedó en “Prez”, pero sigue significando lo que estaba destinado a significar: el hombre más importante de este país “
Extracto de “Lady Sings the Blues, las memorias de Billie Holiday”.
Hoy 27 de Agosto cumpliría años el gran saxofonista de Jazz Lester Young. Es por ello que el artículo de esta semana del Blog va dedicado a él.
Lester Willis Young, nació en Woodville (Mississippi) en 1909, aunque pasó los primeros años de su vida en Nueva Orleans.
Fue en las calles de NOLA (Nueva Orleans) donde empezó a empaparse de la música jazz mientras trabajaba, ya a muy temprana edad, con el fin de ayudar a la economía familiar, bien repartiendo octavillas de propaganda que le daban los músicos, limpiando zapatos o repartiendo periódicos.
Lester inició su formación musical de la mano de su padre, Willis Handy Young, quien era muy estricto en el aprendizaje musical de sus hijos, (Lester, Irma y Lee), a quienes instruyó para que formaran parte de la orquesta familiar.
Willis ponía el foco de atención sobre la estructura y la teoría musical y castigaba duramente a sus hijos cuando erraban en las notas.
En este sentido Willis les aportó a sus hijos disciplina, así como un gran conocimiento musical sobre la estructura del Jazz.
Pero Lester siempre tuvo facilidad e inclinación hacia la libertad e improvisación, lo que hacía que muchas veces discutiera con su padre.
Esta férrea disciplina hizo que Lester a una edad muy temprana fuera capaz de tocar la batería (su primer instrumento), además de aprender posteriormente a tocar el violín y el saxofón.
Lester pasó su infancia viajando con la orquesta de su padre por distintos estados del Sur.
A mitad de los años 20 Lester Young y su familia fueron unos de los miles de afroamericanos que se unieron a la Gran Migración de los Estados del Sur al Norte, en este caso a Minneapolis, en busca de una vida con mejores oportunidades (más información sobre este tema en el post de la semana pasada).
Durante la década que Lester Young vivió en Minneapolis, tuvo colaboraciones con orquestas destacadas de la época como la de King Oliver, los “Bostonians” de Art Bronson, los Blue Devils … entre muchos otros. Por lo que en este periodo de tiempo continuó viajando de gira en gira como lo hizo años atrás con la orquesta de su padre.
Hasta que en el invierno de 1936 recibió la llamada de Count Basie para que tocara en su orquesta y es por ello que fue entonces cuando Lester se mudó a Kansas City.
Lester estuvo empadronado en Kansas City muy poco tiempo, puesto que la orquesta de Count Basie se mudó a los pocos meses a Nueva York. Pero solo bastó ese período para que hiciera historia y se convirtiera en uno de los iconos del Kansas City Jazz.
Con Count Basie grabará mas de ciento veinte temas hasta finales de 1940. Fue en este periodo cuando sus solos empiezan a ser la referencia de cómo tocar para las nuevas generaciones de saxofonistas, entre los que se encuentra un joven de Kansas City llamado Charlie Parker.
A finales de los años 30, en Nueva York, Lester conoce a la magnífica Billie Holiday con la que colaboraría en la grabación de varios temas junto al gran pianista Teddy Wilson. Lester Young y Billie Holiday protagonizarán uno de los episodios mas brillantes de toda la historia del Jazz.
Os dejamos aquí un extracto del libro “Lady Sings the Blues: las memorias de Billie Holiday.”, donde se narra una conversación que tuvieron ambos y en la que Billie acaba con una conclusión que nos parece brillante.
“ – Al cuerno Lester, no permitamos que se rían de nosotros. Conseguiremos un buen saxo con lengüetas y otras cosas adecuadas en lugar de bandas de goma. Sacaremos ese timbre.
Así, cada vez que Lester lograba reunir un poquitín de pasta, compraba más lengüetas y las cortaba de diversas formas. También se compró un saxo nuevo, creyendo que con eso alcanzaría un estupendo tono grave. Pero su timbre nunca fue más amplio. No estaba destinado a tocar igual que Chu y pronto dejó de intentarlo.
Todos tienen que ser diferentes. No puedes copiar a alguien con la esperanza de funcionar mejor. Si copias, trabajarás sin verdaderos sentimientos. Y sin sentimientos, todo lo que hagas equivaldrá a nada.En toda la Tierra no hay dos personas idénticas, y lo mismo tiene que suceder en la música, de lo contrario no será musica.”
Como guinda final del artículo os dejamos el cortometraje de Gjon Mili “Jammin’ the Blues” (1944), en el que sale Lester Young junto a otras grandes leyendas del Jazz, ¿las reconoces?.
Esperamos que lo disfrutéis!
Un abrazo a todxs!
Nos vemos el Jueves que viene pajaritxs!
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